lunes, 1 de junio de 2009

Athos (26-30)

26

Después de muchos días he vuelto a hablar con Miguel. Juan ni me ha mirado. Dice Miguel que está muy dolido conmigo, aunque no lo exteriorice. Yo ya no sé qué pensar ni en qué creer. ¿Creo en el pesao de Miguel, creo en Silvia que se acuesta con mi peor enemigo, creo en mamá que no se entera de nada, creo en Juan que ni me habla, creo en tío Óscar que siempre tiene razón pero no está cuando lo necesito? Necesito encontrarme, y estas rémoras no me van a detener. Me alzo para encontrar mi destino y hacerle una pedorreta. Nadie puede conmigo. Y Silvia ha cometido el error de su vida. Bueno, los dos errores de su vida. Uno tras otro. Promiscua.


27

Sigo esquivando a Silvia. Ella sabe que pasa algo, pero no sabe el qué. Pues por mí se va a quedar con el molde. ¡Qué zorri!


28

Hoy estaba meando y ha venido Román. Primero me ha preguntao qué significa Athos, pero me lo he callao. Es mi secreto. Luego ha cambiado de estrategia. Nunca habíamos hablado a solas. Me ha dicho cosas muy reveladoras. Que Silvia me echa de menos y eso. Le he espetado que los vi dándole en casa de Silvia y que no me venga con historias que no he nacido ayer. El pavo me ha dicho que lo han dejado, que ella sólo piensa en mí. Venga, va, que me lo creo, Romancete. ¿Y qué más? Ah, sí, que soy descendiente de la Casa de Alba, no the jiba. Debe pensar que soy tonto. Y el nota erre que erre. Que si disimula por vergüenza, que si ella no me quiere perder, que si está loquita por mis huesos. Casi pico. Listo, que eres un listo, Román.


29

Esto se rompe. Cuando hablo con Miguel Juan se va. Cuando me marcho vuelve. Este niño es gilipollas. Está claro que es muy dependiente de mí. Pues así no le voy a perdonar. Miguel sufre un poco, dice que lo estamos rayando un montón. Hasta me ha pedido que me disculpe con Juan. ¿Pero no se da cuenta que la culpa es de él? Qué tío.


30

25 días, tres horas y catorce minutos después Silvia y yo hemos vuelto a hablar. Me ha preguntado por qué dejé de ir a buscarla a clase y todo eso. Bien lo sabe. Al fin la perraca ha confesado que seguía con Román, que nunca lo habían dejado. Pero que se siente atrapada. Y se ha echado a llorar. Esta vez creo que no mentía. La he abrazado con cariño. Ha sido muy bonito. Sólo hay una cosa que no me ha gustado: Me ha preguntado cuál es mi nombre. Athos. Me llamo Athos. No me preguntes de dónde viene. No se lo he dicho a nadie. Y tú no eres quién para decírtelo. Sólo eres la chica del matón del instituto. Aún no me has demostrado nada. Mucho tendrá que llover para que seas algo más. No lo olvides, bonita.

5 comentarios:

  1. ¿Cuándo acaba esta historia?

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  2. Parece que no queda mucho. No se descorazonen.

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  3. que no acabee!! me tienes aqui enganchada a 2 escasas horas de hacer la selectividad

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  4. ¿y cuándo acabe esta historia volverás a hacer otra en plan capítulos?

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