sábado, 29 de junio de 2013

Secretismo

No me gustan los secretos. No hallo ningún beneficio en conocerlos. La mitad de las veces no me interesan, y las otras veces me queman en el subconsciente. No arreglan el mundo, no ayudan a nadie, y su único propósito es llenarlo todo de confidencialidad, crear barreras entre las gentes y establecer clasismo social, separando conocidos de amigos y a éstos de “mejores amigos”.
Contar o que te cuenten algo prohibido, privado o personal suele producir más gusto al que pone la voz que al que acerca la oreja. Un secreto siempre vale más por lo que supone que por lo que revela en sí. Demuestra confianza ciega del confidente emisor al susodicho receptor, y establece una relación más especial entre ambos que con el resto del mundo, que para eso no lo saben.
Y ya. Los secretos no aportan mucho más, salvo la venenosa tentación de filtrarlos a un tercero o la peligrosa posibilidad de soltarlos sin intención. En todo caso, no hay nada más divertido que adivinar los trapos sucios ajenos por error o azar. Nunca olvidaré aquella vez que, a modo de broma, lié a un amigo con otra amiga y había pasado de veras la noche anterior. Ni el inspector Clouseau lo hubiera hecho mejor. A veces, la mejor mentira es decir la verdad en tono jocoso, y otras, mientes de broma y das en el puto clavo.

3 comentarios:

  1. Divertido y cierto lo que planteas, yo pienso que tener secretos es importante, y ciertamente hay veces en las que me cuentan cosas que son mejor no saber, sin embargo, supongo que cuando contamos algún secreto es por una necesidad acuciante de desahogo, la cuestión es que el que recibe la información debe saber hacer un buen uso de ésta, pues todos sabemos que la información es poder....je je je.

    Un abrazo

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  2. Siempre he sido de la opinión que de lo que quieres que se enteren UNOS POCOS no se lo cuentes a NADIE, la intuición hace el resto. Y lo mejor de las mentiras es que siempre pueden convertirse en realidad...la intuición a veces también se encarga de esto XD!
    Un abrazo inmenso!!!
    Me quito el sombrero, como siempre :)

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  3. Yo siempre digo que valgo más por lo que callo que por lo que digo. Sé guardar secretos, pero reconozco que me cuesta contar los míos, los guardo a buen recaudo.
    Por cierto, me encanta tu blog!

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