Carapán Consésamo no era precisamente uno de los agentes más
avezados de Proteger y Servir. De
rostro aniñado, pecas multitudinarias y expresión inocente, constituía el
clásico cadete eterno. Tal vez por eso no lo sacaban a la calle ni le conocían
vida adulta. Aún vivía con su madre y corría el chascarrillo de que no había
catado hembra. Hasta que llegó ella. Hola
Papito era colombiana, boliviana, mexicana, peruana, venezolana,
ecuatoriana o algo por el estilo. La mitad de comisaría contenía el aliento por
imaginar qué pasaría si la latina apretada respiraba fuerte. De seguro
reventaba dos botones.
Lo que nadie entendió es por qué
eligió a Carapán. La chola quería poner una denuncia y sólo admitía que se la
tramitase él. Al agente se le subieron los huevos a la nuez, y mientras la
legión masculina de Proteger y Servir
mentaba a su madre por su inmensa suerte, la extraña pareja intimaba más y más.
Hola Papito se largó después de
dedicarle una sonrisa atrapadora de “continuará”.
Y continuó esa misma noche. La
loba se lo llevó al hotel Kadrit y le dio un repaso de muerte. Cierto que el
cadete no aguantó el tirón y le sobraron 2:51 horas, pero su compañera aprovechó la
piscina, el jacuzzi y otros atractivos.
Al día siguiente el pobre Carapán Consésamo estaba derrengado por
la experiencia y tocado en el bolsillo, aunque los 120 euros habían merecido la
pena. La aventurera del deseo volvió a recortar sus turgencias contra el vano
de la puerta. Venía a poner otra denuncia; es decir, a por más guerra. El
cadete se tapó la cara asustado. Estaba muerto de miedo y de cansancio. Pero Hola Papito no tuvo que insistir mucho.
En breves segundos Una Cervecita, Gorra Torcida, Bochinchero, Gobar, Sólo
Gobar, Bollitos Martínez y Vaya Marrón se disputaban la molestia
burocrática. No hubo suerte. Gordo Pero
Que Manda Más Que El Rey los mandó a todos a sus mesas con uno de sus
temibles bramidos, y por mucho que los agentes mentaran a su madre por lo
bajini, en lo acústico se respiraba mucho mejor.
Gordo tramitó la denuncia
encantado, aunque disfrutó mucho más la noche en el Kadrit. La hembra era una
experta en artes amatorias. Los 120 euros estaban bien gastados. Cierto que el
jefazo quería llevarla a la suite especial de 480 euros pero la fogosa mamacita
había insistido en la habitación roja.
Los días venideros fueron un
derroche de material genético de los granados policías masculinos de Proteger y Servir: Machote, Un Segundito, Espeso Pero Revenido, No Estoy Nervioso, Una Cervecita, Gobar, Sólo
Gobar y Bochinchero pasaron
puntualmente por las caderas de Hola
Papito.
Todo aquello a Más Largo Que Un Día Sin Pan le afloraba
cuestiones insondables: ¿Por qué a todos les quedaban bien los pantalones de
trabajo menos a él? ¿Por qué su nuevo compañero, Iluminado, no había espabilado aún? ¿Acaso eran tan atractivos Bochinchero y Bollitos para que la moza se los llevase de contubernio?
La mañana siguiente trajo la
desgarradora noticia de una nueva baja en la comisaría. Espeso Pero Revenido se había suicidado. ¿Por qué lo habría hecho,
un hombre como él, felizmente casado, aunque bastante descuidado, con tres
hijos tan marranotes como sus padres? No parecía un ser dado a la depresión.
Nadie entendía nada.
Todos los demás hablaban
maravillas de las artes amatorias depredadoras de la latina insaciable; que si
las caderas con vida propia; que si los besos interminables; los jadeos
estridentes; la voz melosa hasta el empalagamiento; la ducha de mampara
transparente y el cabecero de labios rojos. Día
Sin Pan ya se había documentado al respecto. Todas las habitaciones del
misterioso hotel tenían decoraciones diferentes. ¿Por qué entonces repetir una
y otra vez la misma estancia? Tenía que descubrirlo.
El problema era el cebo. ¿A quién podía proponerle
semejante misión, toda vez que Ojos
Almendrados De Elfo seguía en coma, que Sota
De Espadas jamás se levantaría de su sillón para patrullar con su antiguo
compañero y que Centrifugada y Violácea habían muerto en acto de
servicio?
Esto no puedes dejarlo así, menuda faena, ¡quiero la segunda parte!
ResponderEliminarDebe haber una segunda parte, estoy de acuerdo con Oski....Me ha divertido muchísimo....ja ja ja....
ResponderEliminarUn abrazo Drywater
Me encantan los nombres de los personajes!!! Yo también quiero ver cómo termina!!!!!!!
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