miércoles, 4 de junio de 2014

El hombre de la pistola de oro

Me he enamorado de la nueva Remington 44 con cañón extensible bipolarizado. Un arma imperial, estilosa, con clase. Además, no es cara. 3459 euros no es dinero.
Lo malo es el cursillo. Son más de mil horas para aprobarlo. Hay exámenes de puntería, pruebas de sadismo y equilibrio mental, índice de crueldad estructural y animadversión social. A lo que más miedo le tengo es al test integrado de autocontrol pasivo. Te sientan en una silla con un martillo en la mano, mientras dos operarios te van pinchando con alfileres. Si pierdes el control y levantas el martillo, suspendes el test y el cursillo de licencia de armas. Una putada. Dicen que cuando te clavan las agujas en los pómulos nadie lo aguanta. Van a pillar.
Si lo consigo, tal vez me presente al curso homologado de dueño de perros y mascotas. Es casi imposible, pero si te lo sacas puedes comprar cachorros y educarlos a tu modo.

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