viernes, 12 de septiembre de 2014

Querer siempre será mejor que poder

Los seres dotados muestran siempre un pecado imperdonable: menosprecian su capacidad con una indolencia vergonzante. Esa falta de rasmia consigue, muchas veces, reducir su potencial hasta la vulgaridad del mediocre.
Cuando escribo estas líneas,  recordando el estrepitoso ridículo de la selección española de baloncesto en los cuartos de final contra Francia, una inefable sensación de deja vu me embriaga sin remisión. Ya he pasado por aquí. Fue en junio y con el pie. La Roja le enseñó el camino a la ÑBA.
Y no es fácil. Tienes los mejores ingredientes y se te quema la tortilla por no saber batir los huevos, por elegir la sartén de teflón gastado, por darle la vuelta a destiempo o porque la patata estaba dura. No hay nada peor que poseer el mejor coche y llegar a mitad. Demuestra una incompetencia aberrante. Es mejor llevar la tartana y hacer penúltimo.
España basket perdió el partido por dos motivos básicos: la falta de actitud y el entrenador. La primera fue un mal endémico durante todo el choque. Cuando uno no se quiere mojar, cuando espera ganar desde la grada, sin mucho compromiso, sin equiparar el esfuerzo del rival, pues a veces no basta. Contra Senegal fue suficiente. Contra los bleus no. A la misma intensidad, el único equipo capaz de vencer a esta plantilla era Estados Unidos. Querer es poder, pero no viceversa. La motivación de Francia fue brutal. La nuestra, perezosa a más no poder.
Y si un equipo no está cumpliendo a nivel motivacional, la culpa última siempre es del capitán del barco. Orenga no ha sabido encontrar respuesta actitudinal en el momento clave. Las jugadas eran poco elaboradas, no había movimiento ni circulación de balón y todo abocaba a tiros imposibles, en escorzo, como si se realizasen en el límite de la posesión. Los lanzamientos forzados solo salieron bien en la muñeca de Pau. El resto, fracasaron estrepitosamente. A veces ni siquiera tocaban el hierro. El seleccionador no supo arreglar la incómoda situación. No acertó con los cambios ni tuvo valor de tomar decisiones arriesgadas, como sacar a cancha a un Felipe Reyes que pudiera compensar el pundonor galo con su misma moneda. En definitiva, no hubo plan B. Y no hablamos de un entrenador pipiolo de regional. Se supone que esta gente son profesionales y tienen recursos sobre la bocina para, al menos, dar guerra en condiciones. Nada hay más triste que perder el partido mucho antes del final. España lo perdió de inicio.
Y como estamos en el país que estamos, aquí no dimite ni dios. ¿Para qué, pudiendo cobrar y chupar de la burra? ¿Si mi presidente me avala, a qué fin, por mucho que toda España pida mi cabeza? Que por cierto, qué bien le ha venido a Pujol este batacazo deportivo. Aquí siempre necesitamos un chivo expiatorio, y como filtramos con la nitidez de un murciélago invidente, lo trascendental y lo trivial lo metemos en el mismo saco. Lo dicho, Orenga puede seguir yéndose a echar unas cañas con Del Bosque a celebrar que están en la única empresa de España donde les ratifican por hacer no mal, sino pésimo su trabajo. Con lo honesto que sería admitir la equivocación y dejar paso a otro más cualificado, alguien como usted o como yo, que ya les aseguro que peor no lo íbamos a hacer. Yo lo mismo pongo a Serge Ibaka de lateral izquierdo.

5 comentarios:

  1. Es muy cierto que en este país nadie dimite ni aunque su incompetencia esté demostrada, ni aunque sea un hecho o una realidad obvia.Lógicamente este aspecto se da en todos los ámbitos. Yo no sigo el baloncesto, sin embargo entiendo que la figura del entrenador es primordial para el equipo y sus motivaciones.También entiendo que la falta de actitud o de esfuerzo por parte de los jugadores, tanto de fútbol como de baloncesto debería estar penado....Jajajajajaja....Con los fichajes tan extremadamente suculentos que hacen!!!!....Esas cantidades son de vergüenza...En cualquier caso, me parece más espectacular el baloncesto que el fútbol aunque están en la misma onda que la política y hay muchas cosas en ambos a las que no les veo el sentido común, sobre todo por lo que manejan económica y socialmente....Tal vez hay demasiadas carencias camufladas en esos fanatismos , que por otro lado respeto, lejos eso sí, de entender.

    Un abrazo Drywater!

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  2. Yo creo que esto es por el virus que te entra después de llevarte la primera fase de gorra. Se la han llevado con tanta superioridad que ya se creían en la final y se les olvidó que para llegar hay seguir ganando todos y cada uno de los partidos. Y si a esa tortilla le sumas que la humildad española brilla por su ausencia y ya estaban casi casi viendo vídeos de EEUU para batirse el cobre con ellos en la final...pues nada, ahí tienes la hostia. Ahora que vayan y lo casquen.

    Eso sí. Ahí tienes a los verdaderos favoritos camino a casa con el mundial en el bolsillo, ellos no fallan, pero tampoco les veo que se las den de super estrellas. Y lo son.

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  3. Pero si siempre nos ocurre lo mismo, todos los medios parecen que se ponen de acuerdo para hacerla campeona antes de comenzar el mundial, y así no se puede. Hay que tener los pies en la tierra.
    Quién creyera que por ser anfitriones, alinear a seis jugadores con DNI NBA y tener el precedente de lo sucedido en Granada iba a ser sencillo derrotar a Francia quedó demostrado que estaban equivocados de cabo a rabo. Los galos dieron la campanada y echaban a España de su Mundial tras imponerse por 65-52. Y ahí nos quedamos, con cara de gilipollas. Siempre igual. Siempre lo mismo. De pena!

    Un abrazo Dry. Buena critica!

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  4. Pues una rectificación hacia Juan Antonio Orenga y un aplauso. Yo lo hubiera hecho en caliente pero en frío vale casi lo mismo.

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  5. No sé donde ha quedado mi comentario, pero resumo: estoy completamente de acuerdo con lo escrito.

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